La siguiente ruta que voy a proponer se desarrolla en el impresionante Cañón de Añisclo, ubicado en el Parque Nacional de
Ordesa y Monte Perdido.
Accedimos de Aínsa a Escalona por la N-123, donde tomamos un desvio a la izquierda perfectamente indicado, desde el desvío recorrimos unos 10-12 Km por el impresionante desfiladero del río Bellos. Un recorrido que podría hacerse a pie y que permitiría disfrutar, más si cabe, del que probablemente sea uno de los mejores desfiladeros de España. Sin embargo, nosotros llegamos en coche hasta el "aparcamiento", por decir algo, que se encuentra a la entrada del cañón propiamente dicho. Nada más entrar por el desfiladero del río Bellos percibimos claramente el fenómeno de inversión térmica. El cambio de temperatura y humedad es bastante brusco, incluso en agosto.
La ruta que llevamos a cabo; un servidor, santy, mi mujer, mis cuñados Pilar y José Miguel, junto al primo Pedro y Peli, es muy sencilla y rápida, pues dura poco más de una hora, perfectamente recomendable para ir con niños.
La ruta que llevamos a cabo; un servidor, santy, mi mujer, mis cuñados Pilar y José Miguel, junto al primo Pedro y Peli, es muy sencilla y rápida, pues dura poco más de una hora, perfectamente recomendable para ir con niños.
Una vez en el aparcamiento, al final de este, encontramos un sendero perfectamente señalizado, no tenemos más que seguirlo y disfrutar del paisaje, la flora y la fauna; nosotros contemplamos perfectamente un grupo de quebrantahuesos y a una pareja de sarrios.
Tras unos 20-25´de recorrido, llegamos a la cascada de Aso e
n donde hay un puente que cruza el río, vale la pena pararse en el puente y disfrutar del paisaje y de los números valientes que hacen barranquismo en el cañón. Si te gusta el barranquismo es un lugar perfecto.
Justo antes de coger el punte a la derecha existe una pequeña senda a la izquierda, recomiendo continuar por ella para visitar la Cueva del Moro. Aunque el ascenso es un poco empinado y dificultoso por la vegetación, no dura más de 10´, y merece la pena. Llegamos entonces a la entrada de la C
ueva del Moro, una gruta impresionante, en donde un par de grupos guiados esperaban para entrar. La cueva es visitable, pues tiene varios Km de profundidad. Nosotros penetramos sólo al gran vestíbulo de entrada que puede tener unos 50m de diámetro, con grandes estalactitas y estalagmitas al fondo. Recomiendo llevar una linterna, no una linternilla, para poder contemplarla mejor. No obstante, sólo me refiero al vestíbulo, pues para penetrar más adentro es necesario contar con un guía y de los materiales adecuados, ya que hay agua por todas partes y podríamos hacer unas risas en el suelo fácilmente. No os cuento si hay que hacer una evacuación desde la cueva por una imprudencia tonta. Me sorprendió que había familias con niños pequeños con zapatillas de playa. En fin hay gente pa tó.
Una vez en el aparcamiento volvimos por la carretera de Vió. Como a la vuelta era la hora de comer, buscamos un sitio donde tomar algo, no sólo apremiaba el hambre, también tuvimos que acelerar un poco el regreso debido a que nos nos cayó un chaparrón de narices, algo habitual en esta zona a primera hora de la tarde. En este recorrido de vuelta hasta Escalona no abunda la oferta de restaurantes, pero encontramos un lugar que os recomiendo a todos. Es una casa rural en el pueblo de Buerba, inconfundible pues son 4 casas y la de un perro. No ofrecen más que embutidos, tortillas de patatas, ensalada y un vino de la tierra que elaboran ellos mismos que es un gustazo. Pero todo bueno, bueno, bueno.
Una vez en Escalona ya es carretera nacional buena.
Una vez en Escalona ya es carretera nacional buena.
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