Este fin de semana pasado no salimos de ruta, aunque no dejamos de mantener el contacto con la montaña. En esta ocasión disfrutamos de un día de escalada en la pared sur de La Cresta del Gallo y en las proximidades de las canteras del Valle Perdido. Como soy bastante pipiolo en esto de la escalada me he rodeado de dos grandes aficionados de esto de hacer de hombre araña; mi compañero Pedro y su pareja de escalada Jorge.
Ellos probablemente necesitaron un poco más de adrenalina, pero yo me quité el mono con 5º.
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