lunes, 15 de septiembre de 2008

SIERRA DE LA PILA

Tras unas buenas vacaciones, volvemos a retomar de nuevo nuestras rutas de los sábados. En esta ocasión he contado con la compañía de Fernando y Pablo, dos buenos amigos de la infancia a los que les encanta la naturaleza y que me acompañan a menudo.
El entorno protagonista de nuestra aventura, del sábado, fue el Parque Regional de la Sierra de la Pila, situado entre los términos municipales de Jumilla, Abarán, Blanca, Molina de Segura y Fortuna. Cuenta con una superficie total aproximada de 8.836 hectáreas. Ha sido propuesto como LIC (Lugar de Importancia Comunitaria), y además es susceptible de ser incorporado a la Red Natura 2000. La mayor parte del Parque está declarada como Zona de Especial Protección para las Aves.
El parque, al igual que la sierra, se puede dividir en 2 grandes sectores separados por el Barranco del Mulo: Un sector oriental en el que se encuentran las cimas más altas (La Pila con 1264 m. y Los Cenajos con 1200 m.). Otro sector occidental dominado por la cumbre del Caramucel a 1023 m. de altitud.
Merece la pena destacar por sus valores paisajísticos, botánicos y faunísticos la Zona de la Fuente de la Higuera y la Umbría de los Cenajos.
Un entorno poco visitado y desconocido para la mayoría de los murcianos, pero cuyos valores ambientales y pasajisticos hacen de este entorno de nuestra geografía un lugar más que recomendable para disfrutar de la naturaleza.
La ruta la iniciamos a las 10:00h en la Garapacha, pedanía de Fortuna. Para llegar a la Garapacha se puede acceder fácilmente desde Fortuna o desde el empalme de Archena.
Dejamos el coche junto a la iglesia de la Garapacha, donde tenemos espacio suficiente para aparcar los vehículos en el caso de que hayamos llegado en coche. Nos dirigimos hacia un camino situado entre la propia iglesia y el bar que hay a su lado, en dirección a la parte alta del pueblo, donde hay un pequeño cartel indicador "Sierra de la Pila", descendemos una cuesta y poco después volvemos a subir hacia la derecha hasta que nos encontremos con una amplia pista forestal que nos adentra en la sierra bordeando las cimas más altas(La Pila con 1264 m. y Los Cenajos con 1200 m).
Tras casi dos horas de caminata llegamos a la zona conocida como el cruce de las cuatro caras, un cruce de caminos con diferentes carteles. Nosotros tomamos el primero a la derecha que es el que asciende a la Pila y los Cenajos. A partir de este punto el recorrido se hace más duro, pero nuestro objetivo ya queda más cerca. Poco antes de llegar a la zona más alta podemos disfrutar de dos pozos de nieve, recuerdo de una época no tan pretérita que hoy nos parece ciencia ficción.
Tras realizar las fotos respectivas continuamos por la carretera hasta que nos encontramos con una bifurcación, tomamos el camino de la izquierda que es el que nos lleva a lo que se conoce como la bola de la Pila, mientras que a la izquierda nos dirige a los Cenajos.
En torno a las 13:00h habíamos hecho cumbre en La Pila, el paisaje es espectacular, tan bueno que merece cualquier caminata. Las panorámicas del territorio regional y de las provincias limítrofes son increíbles(en días claros se pueden contemplar las Sierras de Moratalla y del sur de Albacete, las sierras del suroeste de Alicante, e incluso el Mar Menor).
En este nos visitó de un pareja de la Guardia Civil, nada que ver con esas parejas de antaño, de bigote y tricornio. Uno de los agentes no pudo ser más amable, nos ofreció bajar en el todoterreno, propuesta que lógicamente declinamos. Pero como era un gran conocedor de la sierra nos ofreció algunas alternativas de regreso. Una de ellas es la que utilizamos en nuestra vuelta. El agente, como regresó antes que nosostros, nos marcó en la misma carretera, donde estaba la senda que debíamos tomar. Un Crack, el colega.
El camino de vuelta lo realizaremos bajando por el camino asfaltado, teniendo precaución para no despistarnos, pues a unos 50 metros antes de llegar a los Pozos de la Nieve hay un sendero que sale a la izquierda y por el que pasando por el Collado del Aire llegamos hasta el Camino del Revolcaor y finalmente a la Garapacha. Este camino de descenso se pierde en algún que otro punto, huerto de almendros... pero sólo es cuestión de localizar el sendero a los pocos metros y llegar hasta el camino forestal en donde se divisan las casas de la Garapacha.
A las 14:30 estábamos de nuevo en la iglesia de la Garapacha, junto a la que hay un bar, sin lujos, pero donde la cerveza está muy fría.

Hasta la próxima....